La cloración salina es un sistema que permite fabricar el cloro necesario para la desinfección a partir de una solución salina del agua.
El funcionamiento se basa en hacer pasar agua ligeramente salada por unas láminas de electrodos, lo que produce una pequeña corriente eléctrica (electrólisis). La sal se convierte entonces en un desinfectante activo (hipoclorito de sodio) que es capaz de destruir bacterias, hongos y algas. El desinfectante activo se reconvierte en sal sin pérdidas de agua, renovándose así el ciclo.
En IDESA apostamos por la cloración salina pues al tratarse de un proceso automático supone un importante ahorro tanto de tiempo como de dinero, además de conseguir una desinfección más eficiente y segura y una mayor calidad del agua.
Como empresa comprometida con el medio ambiente, la cloración salina resulta una solución de alto respeto y protección medioambiental al no emplear elementos contaminantes, tratándose por tanto de una energía limpia.
Así, nosotros recomendamos el uso de la cloración salina sobre todo para el uso privado, por tratarse de un sistema cómodo para el cliente, al no tener que controlar el proceso ni tener que tratar con productos químicos.
La ozonización es una buena alternativa a la cloración, es ampliamente utilizada en el tratamiento de aguas (potables y/o residuales), tratándose de un proceso de acción más rápida y potente. Durante la potabilización del agua, el ozono puede aplicarse en las diferentes etapas, según las necesidades y requerimientos del cliente. El ozono no solo desinfecta, sino que también elimina numerosas sustancias tanto orgánicas como inorgánicas que producen olor, color, sabor y turbidez en el agua.
Los equipos generadores de ozono con los que contamos en IDESA forman una corriente de ozono por medio del oxígeno del aire que es inyectada en el agua a tratar. No sólo usamos el ozono en el tratamiento de aguas residuales o para la eliminación de olores, sino que en IDESA, conscientes de las magníficas características y propiedades de la ozonización, aplicamos ésta en tratamiento de piscinas, spas, acuarios, en instalaciones de fabricación de hielo, torres de refrigeración, instalaciones para lavado y desinfección de botellas, instalaciones de procesos de alimentación y conservación de alimentos tales como frutas y hortalizas, etc.