¿Qué es la descalcificación?
El proceso de descalcificación se resume en un intercambio de iones minerales. Se trata de un proceso natural y sencillo que no emplea aditivos químicos ni sustancias artificiales. Los iones de calcio y magnesio, que son los responsables de la dureza del agua, son sustituidos por los iones de sodio, formando carbonato sódico que no precipita. El intercambio de iones se consigue haciendo pasar el agua por un lecho de pequeñas resinas, parecidas a la arena.
La descalcificación dura unos días, hasta que la mayor parte de iones sodio de la resina se han intercambiado. En ese instante es necesario un proceso de regeneración para el que se emplea un depósito de salmuera (mezcla de agua y sal) mediante el cual se recarga la resina de iones de sodio. Por tanto los equipos de descalcificación cuentan con un depósito para la sal, además de otro depósito donde se trata el agua con la resina, un sistema electrónico de control del ciclo de regeneración y otros elementos auxiliares.